Agolatra
¿Quién eres?
El fuego fatuo de la voz de Dios,
o la caricia rampante de los infiernos.
El abismo en una cicatriz,
o un crujir de ventanas.
La biblioteca de antiguo,
o el triste soborno del porvenir.
¿Quién te has creído?
Un abrazo erótico de la Venus,
o el Saturno devorador de infantes.
La fidelidad de una tornamesa,
o el callado murmuro de un arrebato.
El ocaso de la multitud,
o la vanidad de la muerte.
Porque quiero que destruyas todas las imágenes
mientras tus labios se cierran.
Que estrelles en las rocas
la sutileza de éste espacio.
Hasta que todo lo que has sido
deje de ser una maldición.
Relicario de nuevas andanzas
Hoy eres desierto
manos de tierra y
rostro de sol.
Eres árbol,
piedra, río y cerro
todo un sendero de deseos.
Te visten de morado
y te decapitan,
pero quieres ser reivindicada en letra
y amada en color.
Quieres ser parte de la historia,
con un grito de guerra,
has sido acariciada
por caminos sombríos
de piedras no arrojadas
Escuchas la locura
disfrazada de sentimientos
y protestas
Eres arena
entre una mirada llena de paredes,
pero abres el relicario de nuevas andanzas
y te conviertes en semilla guardiana
de tradición y costumbre
Eres el final al principio de la vida
ungida de ceniza en cruz,
Cavando una tumba,
para guardar tus secretos.
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