Noche de lágrimas
Era una noche oscura y calurosa en aquel mes de abril, me encontraba solo afuera de una cantina. Estaba un poco tomado y Salí a fumar un cigarrillo.la noche era oscura, la ciudad parecía deshabitada, había un gran silencio, y solo estaba yo con mis pensamientos, era tal mi pesar de mis acontecimientos recientes, y no podía dejar de pensar estupideces y locuras. Los días anteriores me había salido todo mal, por lo que decidí ir al bar y tomarme unas copas para olvidar mi situación. Cuando llegue a la cantina pase a través de unas puertas que se movían adelante y a hacia atrás, había esa luz violeta, supongo yo que para crear un ambiente más deleble, para no fijarse mucho en quien visitaba el bar, el cantinero parecía haber salido del reformatorio ya que parecía un tipo chiflado con una mirada profunda y claro no podían faltar estas mujeres de la vida galante, ofreciendo bebidas y preguntando si alguien quería bailar, a mi alrededor un montón de borrachos en la barra, no podía faltar la variedad de borrachos melancólicos, tomando algunos tragos y derramando lagrimas. Cuando me harte de ver todas esas peripecias salí, a fumar un poco y a pensar claramente que sucedía de mi vida, me había dejado mi esposa, mi perro Filemón Jr. Había fallecido por comer demasiadas salchichas, y por si no fuera poco me desalojaron de mi humilde hogar por no tener dinero para pagar el alquiler. Vaya miseria de vida que yo tenía. Caminaba por las calles una de las calles principales de torreón, pensando y cavilando en todos los sucesos trágicos que acontecían en mi vida, y sin mas de golpe decidí suicidarme, subí a lo más alto de un hotel antiguo, estuve a punto de lanzarme a la calle donde transitaban los carro, pero me detuve por un momento; “¿alguien me extrañara?”, y dije en voz baja; quien me va a extrañar no tengo a nadie, no le afectara a nadie que lo que me pase. No lo analice mas y de pronto me encontraba saltando encima de un convertible rojo que iba a toda velocidad….morí.
Suicidio
Cuando desperté me encontraba en un lugar horripilante donde estaba todo oscuro con cierta luz roja, y se oían gritos de sufrimiento por todo el lugar. De pronto de tras de mi apareció un hombre sentado, se veía malvado el sujeto, vestía un elegante traje de diseñador, pero sus manos tenían tijeras en vez de dedos, y su rostro tenia pedazos de carne colgado, pero lo más aterrador eran esos ojos rojos que no demostraban más que una ira y sufrimiento que se contagiaba con solo mirarlo. Al verlo me sentí más desprotegido que nunca. Después de 2 horas en silencio este extraño ente se levanto y me dijo; “tu suicidio ha dejado sufrimiento en las personas, pensaste que no podías afectar a nadie, pero no lo fue. Tendrás que arreglarlo o de lo contrario pasaras el resto de la eternidad en este lugar frio y siniestro.” En ese momento me quede helado. “Como era posible que yo afectara a alguien si nadie me quería”. Exclame.
Me dijo ese malvado monstruo;-tienes que verlo con tus propios ojos, así que nos transporto al lugar de los hechos, vimos desde otro punto como iba caminando por la calle con mis botas y mi sombrero, vimos el momento que me lance al auto y como salía volando mi sombrero. Después de eso se bajo el joven del auto e intento salvarme la vida pero ya era muy tarde. Minutos más tarde llego una ambulancia y se llevo mi cuerpo, y la policía se llevo a este joven. El monstruo y yo lo seguimos hasta la prisión. Pero antes de llegar se pararon a propinarle una tremenda golpiza al joven, una vez en la prisión paso horas antes de que alguien fuera a ver qué había sucedido con él. Después apareció un señor, aparentaba unos 60 años y se veía muy bien vestido y elegante, un señor con clase. Regaño al joven; “lo único que te pedí fue que pasaras por el auto y me lo llevaras a casa, y en cambio veo que asesinaste a una persona y estas aquí, estoy furioso, pero no soy mala persona así que moví contactos para que salieras de aquí, pero estas despedido”. El joven salió triste de haber perdido su empleo ya que era su única manera de pagar su educación y su manera de poder subsistir, por lo que no pudo seguir en la escuela y menos pudo seguir pagando un alquiler, y con un homicidio en sus currículo, nadie se atrevería a ocuparlo para ningún puesto por menos que fuera. Por lo que el joven asistió a la misma cantina, bebió algunos tragos. Fue ahí cuando me di cuenta de lo que ocurriría, y trate de ayudarlo pero ya era muy tarde, mis actos habían influido en todo su porvenir, empecé a sufrir una extraña transformación y ahora era idéntico al monstruo el cual me advirtió que debía ayudar al joven. Pero ya era muy tarde. Lo sabía, estaba condenado para la eternidad. De pronto aparecí en el mismo lugar oscuro donde estuve en un inicio ahora era yo el que estaba sentado en silencio permanecí igual por 2 horas, fue en ese momento cuando me di cuenta que el verdadero monstruo era yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta los textos siempre respetando las reglas de la crítica literaria